
…Para una soñadora perenne como yo, la pequeña historia de Ícaro, que cayó en mis manos hace algún tiempo, me invita a soñar y pensar que no importa lo alto que lleguen mis sueños.
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..Si por alguna razón el sol derritiera mis alas hechas de plumas y cera, entonces emprenderé el camino a un nuevo sueño, sin dejar nunca que lo que parece una adversidad me venza.
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..Les dejo la pequeña historia que me inspira a imaginar.
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“..Dédalo no comprendió nunca a su hijo, el imaginativo Ícaro. No lo comprendía al verlo imitar los movimientos de animales terrestres.
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..Tampoco lo comprendía cuando, volando juntos cada quien con su par de alas bien sujetas a los hombros el muchacho lanzaba chillidos de pájaro.
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..Mucho menos lo comprendió ¡creyó que se caía porque el sol había derretido la cera de las plumas!
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..Cuando Ícaro, cansado ya de jugar a pájaro, se desprendió de sus alas y, alegremente, se precipitó de cabeza al mar para renovar su juego y ahora ser pez.“
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..Sacado de: Anderson Imbert (1976). Cuentos en miniatura. Miranda. Equinoccio, USB
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Limonada Ácida
Le Marcheur said,
junio 6, 2008 @ 8:55 am
Hola Oriana
Desde hace un tiempo me animo a escribir y di con tu blog por casualidad, es muy entretenido. Y veo que estudias medicina (yo ya soy medico graduado)
Bueno, espero puedas darle una ojeada al mio y mantenernos en contacto
Bisous
Hector
http://hectoreal.wordpress.com